domingo, 26 de enero de 2014

Perros rasurados II, La muda


El rasurado como forma de evitar la presencia de pelos de nuestro perro rodando  por el suelo de  nuestras viviendas o adheridos a la ropa, tapicerías o alfombras es una costumbre muy extendida y asumida como una solución, al menos temporal al problema de la muda y consiguiente molesta caída de pelo de nuestros compañeros.
Realmente podría ser una solución si el pelaje no fuera necesario para su protección, no volviera a crecer y su carencia no les generara problemas y molestias. Pero no es así porque tras el rasurado el pelo vuelve a crecer y a menudo lo hace mas fino y de peor calidad que el anterior lo que produce un manto pobre, mustio, con una mayor propensión a ensuciarse y probablemente con una muda excesiva.

Para entender porque no es conveniente rasurar deberíamos conocer de que forma se constituye un  manto equilibrado y cuales son las diferentes fases en la vida de un pelo.

-El manto de nuestros perros está constituido por dos tipos de pelo, un pelo de cobertura o primario, generalmente mas grueso y de color mas intenso que funciona a modo de impermeable y primera barrera protectora de la piel y varios pelos mas finos y cortos o secundarios que nacen del mismo folículo que el primero y cuya función mas importante es la regulación térmica. El número y la proporción entre unos y otros varía en función de la raza o tipo de perro y la época del año.
Por lo general podemos decir que en estaciones frías necesitan una mayor cantidad de pelo secundario o lana para retener el calor corporal y en las estaciones cálidas la necesidad de lana es mucho menor para permitir que el aire circule libremente a través del pelaje y evitar el sobrecalentamiento.

-El pelo en los perros sigue un ciclo que consta de tres fases, sin entrar a definirlas podemos resumir en que hay una fase de crecimiento, una fase estable en la que el pelo llega a su máxima extensión y la ultima fase en la que el pelo ha completado su ciclo y cae. Una vez que este pelo "maduro" o "viejo" se ha desprendido del folículo del que dependía se inicia un proceso de crecimiento de un nuevo pelo. De esta forma en todo el cuerpo de nuestro perro conviven pelos en distintas fases y en un proceso de constante regeneración. Pelos que caen y pelos que nacen mantienen el equilibrio natural necesario para la protección de la piel y les proporcionan esos mantos sanos, brillantes y coloridos que tanto nos gusta acariciar.
Cortar de forma excesiva o muy cercana a la piel un pelaje "viejo" limita su capacidad de muda ya que le resulta mucho difícil desprenderse del folículo y permanece retenido impidiendo el nacimiento de un pelo nuevo. En esta situación, la piel habitualmente protegida por un manto mas o menos denso manda un mensaje de peligro al cerebro y este no tiene mas remedio que forzar el crecimiento de un pelo que al haber completado su ciclo dispone de escasos recursos para seguir creciendo y hacer frente a la situación de alarma creada, la consecuencia es el crecimiento de un pelaje de mucha peor calidad que reducirá su capacidad de protección y que se enredará y ensuciará con mucha mas facilidad.


A menudo, cuando nos preguntan en la peluquería sobre las ventajas o inconvenientes de rasurar el manto de un perro ponemos este tipo de ejemplo ya que es una forma sencilla de comprender la diferencia entre mantener el manto sano, equilibrado y protector que nuestros perros poseen de forma natural o eliminarlo de forma radical exponiendo la piel a la intemperie y sin protección alguna.
Es evidente que alterar un proceso natural de forma tan radical es una practica lesiva que deberíamos descartar como medida para evitarnos problemas puesto que en la realidad estaremos generando problemas nuevos.




Alterar el ciclo natural de regeneración del pelaje puede deteriorar considerablemente el equilibrio natural del manto y causar problemas de salud por lo que no constituye una practica recomendable ni positiva salvo contadas excepciones de las que hablaremos en una próxima entrega, por otra parte no es un procedimiento eficaz para eliminar el problema de la muda de pelo, que no debería ser un problema sino un proceso en el que deberíamos colaborar, ya que solo aporta una solución inmediata que enmascara problemas posteriores.

¿Tú que opinas? dejanos tus comentarios.

Seguiremos tratando este tema en las próximas entradas en este blog
Perros rasurados III La estética
Perros rasurados IV  El abandono

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